El 1 de junio, la Presidenta Michelle Bachelet anunció la construcción de la nueva Línea 7 del Metro. A partir del año 2025 recorrerá un trayecto de 24,8 kilómetros para conectar la Estación Brasil, en Renca, con la Avenida Estoril, en Las Condes. Serán 21 estaciones que pasarán también por las comunas de Cerro Navia, Quinta Normal, Santiago, Providencia y Vitacura. Irá por el costado sur del Río Mapocho, de oriente a poniente y en paralelo a la Línea 1, y permitirá disminuir los tiempos de viaje de un extremo a otro desde 1:30 horas hasta los 30 minutos.

La Línea 7 pasaría por lugares emblemáticos de Santiago como el nuevo Hospital Félix Bulnes (Cerro Navia); el Barrio Yungay; la Estación Mapocho; el Mercado Central; La Vega; la Plaza Baquedano, donde combinará con las Líneas 1 y 5; la Clínica Santa María; el Costanera Center y el barrio Sanhattan, en la comuna de Providencia; los centros comerciales Parque Arauco y Alto Las Condes y las Clínicas Las Condes y Tabancura, como también otros centros de oficinas como Nueva Las Condes.

¿Cómo impactará esta obra en las personas? Las autoridades esperan que beneficie directamente a 1,35 millones de habitantes, pero lo cierto es que su trascendencia irá mucho más allá.

Alza de Precios

Tal como ha ocurrido con la construcción de otras líneas de Metro, los beneficios de la Línea 7 no solo serán importantes para aquellos que usan el transporte público, sino también para quienes viven en los barrios donde se emplazará el nuevo trazado. Por ejemplo, cuando las Líneas 3 y 6 se estaban construyendo, la consultora Arenas & Cayo averiguó qué había sucedido con las ventas de casas y departamentos en radios de influencia directa de 500 metros e indirecta de 1.000 desde 2011 hasta 2016. Las casas subieron su valor desde 33,6% en promedio y los departamentos, hasta un 57%.

Los expertos estiman que para las áreas de influencia de la nueva línea –ubicadas a 600 metros de cada parada- podría ocurrir algo similar y ya vaticinan alzas de precios entre el 10% y 15% en el mediano plazo. “Cuando las comunas se ‘acercan’ con Metro, aumenta el atractivo por vivir o trabajar en ellas, lo que eleva su plusvalía, atrayendo hogares de mayores ingresos o nuevos servicios, capitalizando su potencial de densificación”, señala la consultora Atisba en su informe “Potencial Urbano Línea 7 de Metro”. Sin embargo, hay que señalar que algunas comunas obtendrán más beneficios que otra, debido a las restricciones que imponen los planos reguladores y otras limitaciones para realizar proyectos inmobiliarios.

Más Viviendas

Atisba calcula que el área total de influencia de las 21 estaciones alcanzará a 1.945 hectáreas, que equivalen a la superficie de toda la comuna de Providencia o a 24 parques O’Higgins.

Quinta Normal, Renca y Cerro Navia poseen 879 hectáreas con normativas que permiten la construcción en altura. En tanto, en el sector oriente, los sitios de mayor potencial se ubican en las calles Suecia y Rosario Norte, la avenida Estoril, en los bordes del río Mapocho y frente a la Clínica Las Condes, donde hay sitios eriazos o edificaciones que pueden reconvertirse.

En Atisba estiman que se podrían construir 128.979 viviendas adicionales en todo el recorrido de la L7, para recibir a 327.235 nuevos habitantes. Estoril, por ejemplo, podría sumar 4.157 viviendas; Rosario Norte, 3.141; la calle Suecia, 2.258; Baquedano, 5.328; Cal y Canto, 8.819, entre otras estaciones. Sectores ubicados hacia el norponiente, como Radal y Neptuno, podrían recibir más de 10.000 viviendas cada uno.

Estas son solo proyecciones iniciales de lo que podría suceder en algunos sectores de la capital en los próximos años, aunque habrá respuestas más definitivas una vez que se sepa con exactitud cuáles serán las ubicaciones finales de cada estación. Por mientras, podría ser un buen momento para tenerlas en cuenta y analizar la opción de vivir o invertir en estos sectores de la capital en un futuro cercano.