Recomendaciones para Vivir Un Buen Invierno

Sólo con implementar unas pocas medidas básicas es posible pasar un otoño-invierno abrigado, con un bajo gasto energético y sin humedad al interior de nuestras casas y departamentos.

Los meses más fríos del año traen bajas temperaturas y mayores precipitaciones que la primavera y el verano. Ambos fenómenos climáticos podrían causar algunos problemas si no estamos preparados. Goteras, filtraciones, inundaciones, uniones en mal estado y humedad pueden transformar esta época del año en un mal rato.

“En caso de vivir en departamento, al estar bajo el régimen de copropiedad es recomendable poner especial atención para que la administración del edificio revise el buen estado de los sistemas de calefacción del establecimiento, que los canales de aguas lluvia no se encuentren tapados y también que los techos estén en adecuadas condiciones, especialmente en las uniones de la hojalatería, donde hay sellos elastómeros que se degradan por la acción del clima y del sol”, explica el arquitecto Carlos Torretti.

Esto también es válido para una casa particular. Una revisión visual puede ser suficiente para identificar planchas o tejas dañadas o desprendidas, para así evitar el ingreso de humedad al interior de la propiedad. A su vez, las canales, cubetas y bajadas de aguas lluvia pueden estar obstruidas por hojas, bolsas plásticas e incluso nidos de pájaros. Después de despejarlas, hay que manguerearlas para profundizar la limpieza y verificar que no existan otras obstrucciones o filtraciones.

A continuación, para evitar inundaciones es necesario contar con sistemas de evacuación de agua en buen estado. Para ello se recomienda limpiar las cámaras o sumidores, quitándoles barro, hojas y arena con el fin de dejar su capacidad al 100%, y llenarlas con agua en forma abrupta para saber con certeza que los ductos de evacuación no están obstruidos. Es bueno complementar este trabajo con la revisión de los colectores públicos en la calle: si ves que están sucios o tapados, lo mejor es llamar al municipio para que realice su mantención.

Finalmente, es importante la impermeabilización de los muros que dan a la intemperie, para evitar que absorban humedad, especialmente si son de ladrillo a la vista, hormigón o estuco.

Contra el Frío

Las ventanas y puertas son puntos vulnerables ante el frío, puesto que entre el 25% y el 30% de las necesidades de calefacción se deben a las pérdidas de calor a través de ellas. Para evitar las filtraciones, el arquitecto Carlos Torretti aconseja revisar su buen funcionamiento (que cierren bien), que no tengan fisuras y velar por el buen estado de los sellos exteriores que se encuentran en su perímetro para reponerlos. Deben ser continuos, sin espacios vacíos o desprendimientos.

Si es posible, la instalación de termopaneles en las ventanas puede aumentar de manera significativa el confort de la vivienda y generar un importante ahorro en calefacción. Si se quiere profundizar en este sentido, también se puede aislar térmicamente el resto de la vivienda. En el caso de una casa, una buena herramienta para ello es la colocación de un aislador entre el cielo y el techo, si es que no lo hubiese o este fuera deficiente. Y si el frío es muy grande, en los muros envolventes se pueden poner planchas de yeso cartón con poliestileno expandido por dentro.

 Sin embargo, más allá de revisiones pequeñas y arreglos de mayor envergadura, hay que partir por lo básico: antes de que empiece a llegar el frío, revisa los equipos de calefacción con anterioridad y hazle las mantenciones estipuladas por el fabricante. Sólo una simple medida como esta puede marcar la diferencia entre vivir un otoño-invierno llevadero y otro bastante más incómodo.